miércoles, 21 de julio de 2010

Me tomo un café con tu ausencia
y le enciendo un cigarro a la nostalgia
le doy un beso en el cuello a tu espacio vacío
Me juego un ajedrez con tu historia
y le acaricio la espalda a la memoria
seduciendo al par de zapatos azules que olvidaste
Y charlo de política con tu cepillo de dientes
con visión tan analítica, como cuando te arrepientes.
Realmente no estoy tan sola, ¿quién te dijo que te fuiste?
si aún te encuentro cocinando algún recuerdo en la cocina
o en la sombra que dibuja la cortina.
Realmente no estoy tan sola, ¿quién te dijo que te fuiste?
si uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan
y aquí se te extraña tanto
Tú sigues aquí, sin ti, conmigo

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