ZETA

viernes, 29 de octubre de 2010

Realmente fue un viaje increíble... Aprendimos muchisimas cosas, y nos dimos cuenta que hay distintas formas de vivir. Valoramos todo lo que hicieron por nosotros, porque era nuestra "actividad de servicio" y terminamos recibiendo más nosotros que ellos... NOS DIERON HASTA LO QUE NO TENÍAN. Nos llamó mucho la atención la energía, el positivismo, el "no rendirse nunca", la esperanza... Es duro vivir cómo viven ellos, pero no es lo peor. Regalarles nuestro tiempo fue lo más lindo, más allá de las cosas materiales (zapatillas,ropa interior, golosinas). La tristeza del último día era similar a lo que siento cuando se va mi papá... IMAGÍNENSE!!!! FUE LO PEOR. Pero sabemos que la comunicación va a seguir y que si Dios quiere.. el próximo año estaremos allá nuevamente.

El simple echo de ir caminando y que venga una nena de atrás a abrazarte era ÚNICO!!!!! Al principio era raro, los nenes estaban totalmente inhibidos, tímidos.. pero después la situación cambió y era cómo si los conociéramos de toda la vida.

FUE UNA EXPERIENCIA ÚNICA, porque más allá de dar a quienes lo necesitaban y recibir de ellos... mejoramos nuestra relación cómo grupo; que eso también hacía falta.

ESPERAMOS CON ANSIAS ALGUNA ACTIVIDAD SIMILAR.. FUE REALMENTE GENIAL!